Corsario sin mar

7/11/2005

Navegando sin timón, sin vela... y sin mar!

Desde hace unos pocos años (la distancia común para cualquier historia de alguien de mi edad) he leído los escritos de algunos hombres y mujeres (debo confesar que las mujeres han sido menos, bastante menos, mis disculpas) y donde casi cualquier voz, rostro u olor conocido ha leído dolor, desesperanza, desesperación, oscuridad y confusión; yo, en cambio, he visto esperanza y una sonrisa liviana.

En algunos casos compartiré mis interpretaciones de algunas lecturas, en otros veré si vuelve algo de aquel escritor que en algún momento fui, antes de ser investigador, depredador corporativo, presa corporativa, investigador, nada (en más o menos ese orden)

En pocas palabras, este blog, es la trasmutación de la nada en algo, trasmutación que puede imaginarse como una navegación precaria pero ligera, con un código que fácilmente será olvidado a conveniencia.